Y cuando
volviste tu rostro ya era tarde, el árbol
estaba destruido y lleno de nostalgias,
la búsqueda de lo que poseías fue el pretexto
El
desencanto de lo que ya se había percibido, ahora se proyecta en una desoladora
realidad. Montañas de aflicción ahora encadenan la más bella de las melodías, la mariposa que revoloteaba en mi alma
desencadenando el más radiante júbilo ahora ha dejado el más perfecto de los vacíos.
Tus ganas de
mi perecieron, perecieron en un ayer distante donde solo mis recuerdos alcanzan
a llegar sin ningún destajo de realidad. Asiento mi cabeza y me situó dentro de
una inapelable realidad, donde soy víctima del amor pasajero y desvirtuado en
su totalidad.
Me sumerjo dentro de mis pensamientos para solo aclarar mi mente,
controlar mis acciones y así resurgir, y descubro mi pesadilla dentro de la
realidad, pero sé que la luz se anuncia al final del triste trayecto, ese
trayecto que significa madurar, también descubro mi felicidad dentro de la
amargura y sé que todo va a estar bien, que todo sucede por un motivo y que mi
armonía y mi paz interior lo vale todo, porque sé que en mi estuvo tenerte,
porque sé que di lo mejor de mí y aunque no estarás más, la verdad me da gusto
que estés conmigo en la eternidad; ya que el olvido no es más que una cruel fantasía.
Tu no me pierdes, tú te pierdes en el vacío que representa la búsqueda de lo que no divisas y descubrirás que es el descuido de tu vida.
Tu no me pierdes, tú te pierdes en el vacío que representa la búsqueda de lo que no divisas y descubrirás que es el descuido de tu vida.
Desértico corazón,
cambiando de rumbo, tomando largos tramos innecesarios para encontrar un lugar
donde estar y llenarse de lo que tiene y no quiere, y buscar lo que esta y no
contempla, y tener lo que posee y desecha para una vez más descubrir que es el
descuido de su vida.
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